A pesar de todas las dificultades económicas, más de la mitad de los rusos se considera feliz. No obstante, el índice de felicidad de los rusos sigue estando por debajo de la media mundial.
Más de la mitad de los rusos (un 56 %) se considera feliz, y solo un 5 % se siente infeliz, según el resultado de una encuesta realizada por el holding de investigación Romir. Un 33 % de los encuestados define su estado de ánimo como “indiferente”.
En tres años el nivel de felicidad de los rusos se ha multiplicado por dos. En 2013 el índice de felicidad personal en Rusia ascendía a solo un 24 % frente al 51 % de 2016. “Los problemas de la crisis empezaban a manifestarse en el estilo de consumo y en la percepción del mundo de los rusos”, señala Romir.
Actualmente, en la cuestión de la felicidad personal de sus ciudadanos Rusia les lleva ventaja a muchos de sus vecinos, tanto lejanos como cercanos. A finales del año, en el ranking general, Rusia aparecía en el puesto número 29 junto con Suecia, Eslovenia, Canadá y Portugal.
Los rusos no esperan que la economía mejore
Si se tienen en cuenta los bienes materiales, los habitantes de Rusia, donde los ingresos anuales per cápita son de poco más de 10.000 dólares, no esperan ninguna mejora en la economía.
Según otro estudio de Gallup, a finales del 2016 el índice de esperanza económica en Rusia cayó un 20 %, desde el 6 % hasta el -14 %. Principalmente debido a la reducción del número de optimistas: un 17 % frente al 33 % a finales de 2015. Un 31 % de los rusos encuestados está convencido de que el año que viene traerá numerosos problemas económicos.
Según datos del Banco de Rusia, el porcentaje de “optimistas económicos” es un poco mayor. “Un 23 % de los encuestados opina que durante los próximos 12 meses su situación económica mejorará”, se indica en una encuesta de inFOM realizada en enero por encargo del Banco Central.
Cabe señalar que en el marco de la caída del dólar (y, como consecuencia de ello, del precio de los muebles, la electrónica, la ropa y los inmuebles) los rusos han comenzado a comentar cada vez más que este es un buen momento para hacer grandes compras. Además, el 23 % de los encuestados expresan su deseo de ahorrar, algo que supone “el porcentaje más alto de toda la historia de la investigación de este índice”.
El dinero no da la felicidad
El estado de la felicidad personal no depende tanto de los ingresos económicos como de la cultura, la mentalidad, las tradiciones y la historia, opina el presidente de Romir, Andréi Miliojin.
“Rusia es un entramado de culturas, lenguas, pueblos, tradiciones e historia tan complejo que la media de los datos de esta mezcla también permite obtener un índice para muchas cuestiones. Pero en general, sin duda, la felicidad vive allí donde hay desarrollo y esperanza, una armoniosa combinación de tradiciones e innovación”, opina.