Rusia no ha conseguido el apoyo de la OMC en el recurso a las sanciones impuestas por la UE y los EE UU a Rusia en 2014 debido a la crisis ucraniana. Por esta razón, las compañías rusas que figuran en las listas de las sanciones recurrirán estas medidas en los tribunales. Según los expertos rusos, las sanciones contradicen la Carta de la ONU.
Vladímir Chizhov, representante de Rusia ante la UE, informaba en el Foro Jurídico Internacional de San Petersburgo sobre los fallidos intentos para anular las sanciones. Según Chizhov, al no recibir el apoyo de la OMC Rusia recurrirá en los tribunales europeos con la ayuda de bufetes de abogados internacionales.
“Estas medidas no solo son ilegales y atentan contra la soberanía nacional, sino que además socavan la autoridad de la ONU”, declara el representante de Rusia ante la UE. Según este, la empresa petrolera Rosneft, así como los bancos estatales Sberbank, VTB y VEB, el consorcio armamentístico Almaz-Antéi y el empresario Arkadi Rotenberg ya se han dirigido al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Según Chizhov, por decisión de la UE se han impuesto sanciones contra 150 personas físicas de Rusia y Ucrania, aunque en la realidad el impacto es mucho mayor.
“A todos los ciudadanos de Crimea se les ha impuesto de facto la prohibición de entrar a todos los países de la zona Schengen, ya que todos los ciudadanos con pasaporte emitido en esta península no pueden obtener el visado”, declara Vladímir Chizhov, quien reconoce que las sanciones que más afectan a la economía rusa son en primer lugar las sanciones sectoriales. En particular, las más perjudiciales han sido las financieras, que prohíben a una serie de empresas rusas obtener créditos en Europa con plazos de más de 30 días.
No obstante, según Chizhov, los países de la Unión Europea también se ven afectados. “Las sanciones antirrusas podrían costarle a Alemania hasta 25.000 puestos de trabajo y, en el caso de que se mantengan, Alemania podría perder su ritmo de crecimiento económico del 0,5 % del PIB”, añade el representante ruso.
La magnitud de las sanciones de EE UU es mucho mayor. Según señala el socio de Squire Patton Boggs Joseph Brand, en EE UU las sanciones unilaterales se basan en el principio de la extraterritorialidad, es decir, que su jurisdicción no se extiende únicamente a los empresarios estadounidenses, sino a todos los que operan en el mercado del país norteamericano.
Según Brand, cualquier compañía que utiliza el dólar estadounidense como medio de pago pasa automáticamente a someterse a las regulaciones de la legislación de EE UU.
La cuestión política
Según declara el secretario general adjunto del Consejo Supremo para los Derechos Humanos de Irán, Kazem Gharib Abadi, la república islámica cuenta con una larga experiencia en el recurso en los tribunales de las sanciones estadounidenses y europeas.
“Existen dos categorías de sanciones: las internacionales, impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU, y las unilaterales, que se imponen fuera del marco de la ONU”, comenta el experto. Según Gharib, las sanciones unilaterales contradicen la Carta de la ONU.
No obstante, según señala Konstantín Dolgov, representante plenipotenciario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia para los Derechos Humanos, en la Carta de la ONU no se indica directamente que las sanciones unilaterales no sean legales. “El problema consiste en que las prioridades políticas y geopolíticas están comenzando a formar la realidad legal internacional”, opina Dolgov.
Según señala el director del Comité del Consejo de la Federación de legislación constitucional y desarrollo de Estado, Andréi Klishas, el principio de la extraterritorialidad de las sanciones contradice las normas internacionales.
En particular, en opinión de Klishas, el hecho de que un empresario utilice el dólar estadounidense no debería implicar su dependencia automática de la jurisdicción estadounidense. “A nosotros no se nos ocurre pensar que todos aquellos que utilizan gas ruso deban subordinarse a la ley rusa”, comenta Andréi Klishas, que fue incluido en la lista de sanciones de la UE en 2014.
Según Klishas, el único motivo de las sanciones que se le impusieron a él personalmente fueron “unas declaraciones en el parlamento ruso que, según la Unión Europea, van en contra del sistema estatal en Ucrania”.
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