El equilibrio de España ante las sanciones a Rusia
La visita a Moscú del ministro de Exteriores español José Manuel García-Margallo se produce un mes después de la realizada a Kiev. Ambas confirman la voluntad del ejecutivo español por tratar de impulsar el diálogo y no tomar una actitud beligerante contra Rusia, en contraste con la de los países del este de Europa.
Durante la visita a la capital ucraniana, el ministro español rechazó estar entre los “halcones” (Polonia, países bálticos y Reino Unido) o las “palomas” (Grecia o Hungría) y se alineó con los “búhos” (Francia, Alemania y Holanda), que tienen “visión a largo plazo”.
En el seno de la UE, España no ha sido uno de los impulsores de las sanciones contra Rusia. En la reunión informal de ministros ocurrida antes de la visita a Lavrov, García-Margallo explicó: “En opinión de España, no ha llegado el momento de revisar la política de sanciones”. El pasado febrero el ministro declaró que las pérdidas de la UE a causa de las medidas ascendían a 21.000 millones.
“A España nos afectó enormemente en exportaciones agrícolas y en turismo”, dijo.
El veto ruso a la importación de productos alimentarios procedentes de la UE, como respuesta a las sanciones europeas, ha afectado directamente al sector agroalimentario español. En 2013 el 7% del total de las exportaciones agroalimentarias españolas fue a Rusia, tercer destino no comunitario, sólo por detrás de China y EE UU, lo que supuso 326 millones de euros en total, además hay que sumarle las exportaciones indirectas, es decir, a través de compañías de terceros países.
Por otra parte, el pujante turismo ruso ha sufrido un parón y todo indica que no remontará a lo largo de este año. Tras un crecimiento superior al 30% durante varias temporadas, en 2013 se alcanzó un récord histórico al llegar a los 1,5 millones de turistas, según la Oficina de Turismo de la Embajada de España en Moscú. Se esperaba llegar a los dos millones en 2014, pero los visitantes apenas superaron los 1,34 millones. No es una cifra muy grande (un 2,7% del total), pero debido a las perspectivas de crecimiento y al gran volumen de gasto era una área prioritaria. Además, ha tenido un impacto directo en la venta de inmuebles en las costas españolas por parte de compradores rusos.Las ayudas de la UE para compensar estas pérdidas no han satisfecho las demandas del sector y la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha pedido a la Comisión Europea que aumente las ayudas.
Este descenso no está directamente relacionado con las sanciones sino con la caída del rublo, que arrastrado por los bajos precios del petróleo se ha depreciado considerablemente frente al euro. Además, desde Rusia se está promoviendo el turismo interno, particularmente a Crimea.
El sector ferroviario también podría verse afectado. Recientemente Putin criticó la compra de 140 vagones a Talgo. "Habéis comprado 140 vagones a España. ¿Para qué? ¿Era realmente necesario, en las circunstancias actuales, comprar trenes en el extranjero sin garantizar encargos a nuestras empresas?", dijo el presidente ruso. Aunque esta venta se encuentra en su fase final y todo parece indicar que se ejecutará. Asimismo, Bustren está realizando la remodelación del metro de Moscú, las obras avanzan pero miembros del ayuntamiento de la capital afirman que, debido a la caída del rublo, ya se ha superado el presupuesto establecido.En el ámbito energético la presencia de Repsol podría verse afectada, ya que se trata de un ámbito en el que las sanciones de la UE han incidido. La empresa española llegó a Rusia en 2006 y en 2011 firmó una joint venture con Alliance Oil, denominada AROG, para impulsar su crecimiento en el país eslavo. El año pasado Repsol realizó dos nuevos descubrimientos de hidrocarburos en los bloques de Karabashsky 1 y 2, en Siberia Occidental, que, según los cálculos del Ministerio ruso de Recursos Naturales y Ecología, añadirían a la petrolera unos 240 millones de barriles de recursos recuperables y supuso el mayor descubrimiento de hidrocarburos en dos años. Hasta el momento no ha habido declaraciones por parte de la empresa en relación a una posible influencia de las sanciones.
Otro caso llamativo es el de OHL, que ha tenido que abandonar la mayor adjudicación de su historia, un proyecto de 1.500 millones de euros, por falta de financiación, según informaba recientemente El Confidencial. El proyecto consistía en la construcción de 390 km de vía férrea para el transporte de carbón entre Óbskaia y Nadim, ciudades industriales del norte del país.
Por su parte, Iberdrola firmó un contrato de 32 millones de euros con Rushydro y puso en marcha la central hidroeléctrica de Votkinskaia en junio el año pasado.
En estos ámbitos el deseo del gobierno ruso es promover la producción nacional, lo que puede limitar el surgimiento de grandes proyectos de infraestructura o tecnología de empresas españolas. En cualquier caso, las relaciones políticas y diplomáticas son fluidas. Según explica el CIDOB, “Madrid ha combinado esta renuencia a adoptar una línea dura con Moscú con el deseo de no mostrarse como un socio europeo con vocación de bloquear consensos y, mucho menos, si son el resultado claro de una iniciativa liderada por Alemania”.
Las relaciones económicas entre ambos países habían comenzado a crecer en los últimos años, pero en ningún momento llegaron a alcanzar una importancia estratégica, aunque sí había un escenario prometedor. Sin embargo, las tensiones actuales llevan a una situación en la que ambos pierden.
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