“Las sanciones pueden echar por tierra el trabajo de muchos años”
La caída del rublo, las sanciones impuestas por la UE y EE UU y la respuesta de Rusia han supuesto un fuerte golpe tanto para la economía rusa como para los inversores extranjeros. El Consejero jefe de la Oficina económica y comercial de España en Moscú, Luis Alberto Cacho Quesada, cuenta a RBTH qué augura la actual situación a las empresas españolas presentes en el mercado ruso.
¿Cómo afecta la actual situación económica en Rusia a las inversiones españolas? ¿Qué sectores han sido los más perjudicados?
En primer lugar, conviene tener presente que por primera vez en la historia de nuestras relaciones, España tiene una presencia comercial e inversora relevante en Rusia. Es cierto que no alcanza el nivel de otros países de la UE, pero teniendo en cuenta que este fenómeno se ha producido en los últimos 15 años, la importancia de nuestros intereses económicos en Rusia es muy notable.
Por otro lado, hay que constatar que una parte considerable de esos intereses son inversiones, lo que les confiere una estabilidad y una permanencia que va mas allá de la derivada de los simples intercambios comerciales. Considero que el reciente impulso del turismo ruso hacia España es un fenómeno muy positivo ya que entronca muy directamente con la aparición de una joven clase media rusa con ganas de viajar y que encuentra en España un destino muy adaptado a sus gustos.
Eso explica también el notable incremento durante estos últimos años en el numero viviendas adquiridas en España por ciudadanos rusos. En mi opinión, el turismo está contribuyendo considerablemente a una mejora de la percepción de Rusia en España y a un mejor conocimiento por parte del ciudadano ruso de la realidad española.
En ese contexto, evidentemente, la actual recesión económica rusa, con todas las incertidumbres que planean sobre la misma, tiene unos efectos muy negativos sobre nuestra presencia en este país y es un motivo de preocupación para las empresas españolas que operan en Rusia.
Por supuesto los sectores que se verán más afectados son los que están vinculados a tráficos comerciales, más en concreto en frutas y hortalizas e incluso en cárnicos. Pero tampoco las empresas con presencia inversora escapan a estos problemas en la medida en que la recesión está conllevando una caída de la inversión y del consumo y un deterioro general de las perspectivas de negocio.
¿En qué medida han disminuido las exportaciones de productos hortofructícolas de España?
Todavía no tenemos todos los datos estadísticos del año 2014, pero a fecha de noviembre la caída de la exportaciones de productos hortofrutícolas ha sido del 27%, lo cual es muy negativo para el sector. Las previsiones para el 2015 son aún peores dada la prohibición absoluta que pesa sobre estos productos.
Obviamente las empresas que han tenido mayores pérdidas son aquellas que estaban mas comprometidas con el mercado ruso y que habían hecho inversiones en la apertura de establecimientos comerciales.
Hay que tener en cuenta que en frutos de hueso España tenía una cuota de mercado muy relevante. Otros productos como la fresa también van a verse muy perjudicados en este mercado, ya que por el momento no será fácil localizar proveedores alternativos.
¿Es cierto que SEAT dejará de vender coches en Rusia a partir de este año? ¿Cómo valora la situación en el sector de la automoción donde hay una importante presencia de las empresas españolas?
En el ámbito de la automoción yo no sería tan pesimista, creo que las empresas españolas, igual que otras grandes marcas europeas, han hecho una apuesta por este mercado a largo plazo, basado en la modernización de su parque automovilístico y en las necesidades crecientes de vehículos de clase media. Esa apuesta sigue siendo válida y hasta donde yo sé no hay ningún plan de abandonar este mercado. Es cierto que la caída en las ventas del año pasado ha sido decepcionante, y que las empresas tendrán que revisar sus planes de negocio y aprender a capear el temporal actual, pero no creo que altere el planteamiento estratégico inicial.
El caso de SEAT es algo distinto pero hay que tener en cuenta que se trataba de una operación comercial, no inversora, y que en consecuencia la mala situación actual del mercado, máxime para un vehículo de importación de gama media en la actual coyuntura del rublo, puede hacer razonable abandonar por el momento esos esfuerzos comerciales.
¿Cómo reaccionan las empresas del sector textil a la crisis económica en Rusia? ¿Se plantea el cierre de algunas de las tiendas?
En Rusia están presentes las principales firmas de distribución de moda españolas, que han hecho un gran esfuerzo de expansión durante los últimos años, en mi opinión, con muy buenos resultados. Posiblemente en este sector, como en tantos otros, la crisis y la caída del consumo obligue a posponer algunas decisiones de nuevas aperturas y a revaluar la rentabilidad de las distintas tiendas, pero entiendo que esto no afectará a la estrategia general de estas compañías en Rusia que se basa en una expansión de las clases medias, media-altas y en una modernización de los circuitos de comercialización.
¿Qué bancos españoles están presentes actualmente en Rusia? Y ¿cómo afrontan la actual situación?
La presencia financiera española en Rusia es muy limitada. Solo el BBVA mantiene una oficina de representación en Moscú desde hace ya más de 15 años. Evidentemente el panorama financiero actual no se presta a muchas alegrías, pero también es cierto que en este contexto de restricciones financieras el papel de los bancos y concretamente bancos con experiencia internacional, cobra toda su importancia como facilitadores del comercio y la inversión.
¿Podrán las empresas españolas volver a operar con normalidad en el mercado ruso cuando se suspendan las sanciones? ¿En cuánto tiempo se podría recuperar el nivel de relaciones comerciales previo a la crisis?
Hay que ser realistas, los próximos años van a ser difíciles sin duda, aunque la situación variara mucho en función del sector y de la empresa en concreto. Pero en general pienso que las empresas han aprendido a pensar en este mercado a largo plazo y son conscientes del esfuerzo que ha supuesto alcanzar los posicionamientos actuales y en consecuencia están dispuestas a hacer los esfuerzos necesarios para preservarlo, aunque lógicamente eso dependerá de la profundidad y duración de esta crisis. Más preocupante es la situación de los productos frescos agroalimentarios donde la existencia de las sanciones puede echar por tierra el trabajo de muchos años. Pero respondiendo a su pregunta, sí, creo que Rusia seguirá siendo un gran mercado donde las empresas tenderán a buscar oportunidades de negocio.
Todo esto y mucho mas en www.eurusia.ru